27/12/10


Era ella de cuerpo tán hermosa....
que la Vanidad obedeció a un capricho
y con un rayo de sol germino a un ser divino.

Su alma y una estela de mar se fundieron
y el cuerpo fue de un tono argenteo e iridiscente bajo la noche...
la nieve envidiada el tono blanco de su piel,
y celaba al frió, "su amante compañero"
que olvidaba a quien pertenecía
pues en traición besaba el cuerpo de la condenada.
¡maldito deseo humano que le condeno!
¿deseaba ser eterna?
su cuerpo envejecía, lo que a su vanidad afectaba
y se vio un día, por un alma pura olvidada
y no soportó más llevar una vida de humano.
-¿vivir años?...
¿cuantos?...
¡he de morir!
y su temor resonó hasta los cielos...

-También los dioses deseamos tu eternidad.
¡Prueba de tu exigencia y con justa razón!
muestra una virtud que no haya sido corrompida por ese humano que desprecias.

Su condena el hombre hoy alaba
pues en lienzo de madera vive
ella, ha sido condenada a vivir en las entrañas de un árbol viejo
y hoy és el árbol mas hermoso del mundo.
Da flores del color de estas letras...
sin importar el cambio de estacion.
En su intento por escapar los senos dibujaron su forma
y su piel es la misma que acaricia tu mórbido deseo
dicen que el árbol la sedujo esa noche
y al final'
ambos se entregaron riéndose de los dioses.
¡jamás!
(hasta ese día ninguno había conocido el verdadero amor)
el, la muestra tal como es
a nosotros solo nos queda el recuerdo
de cuando en vida sus pies sobre el mármol caminaban.
sin un hombre en la faz que no la deseara.

Tiempos...
donde varios hombres desearon arrancársela a el árbol.

Aire,
amante seductor que la acaricia.
Y su relieve licencioso muestra el libido.

es lo que ven los hombres que por celos
le atinan historias.

Yo soy feliz pues ella vive más que una vida de humano.

Colibrí...








5/12/10



Coraje, vuelve a mi con un vendaval
Vamos a donde la muerte nos espera
Démosle el filo que arrastra mi alma yerma
mitigada y lacerada por sus traiciones....
¡por sus promesas
que jamas cumplió!
vámos a robarle su existir como ella se robo mi amor.
Mi amor, Oh mi amor
si tu supieras... Quien ha vendado mis ojos no fue un alma ciega.
Fue mi vanidad y arrogancia insulsa
Mi sed y los malos caminos que carecían de promesas dulces.

¡Yo! ése mal hombre que bien soporta las desgracias
he de bregar hasta que mis manos sangren
hasta que jadeante y no pueda apuñalarle una vez más.
Dios