Era un paraíso eterno para el humano'
Gozaban de alma y la suponían.
Emanaban energía' sin saberlo.
Amaban los mas’ y eran egoístas y vanidosos...
Te diré que ellos pueden volar más alto'
Mas sus cadenas atadas entre sí' no se los permiten.
Tienen un pensamiento caótico y cambiante.
Un día, en hastío, mientras observaba a sus sombras hablar del origen (callada y erradamente) decidí invitarles a volar a mi lado.
Ahora sé que precisan libertad,
Sus miedos son mayores y aún así denotan asombro e inclusive disfrutan de alegrías ajenas.
Poseen el deseo y éste doma su voluntad de razón…
Albedrío.
Hablé con el humano y me ha consumado en pensamiento desde entónces...
Su Eternidad yace más allá de los confines de su propia razón.
En dos ocasiones me ha encontrado la obscuridad de su mundo, acercándose conmigo al asecho y tímidamente.
