Esa noche anterior' coloqué el despertador sobre el taburete.
La muerte ya no tendría donde sentarse...
Al despertar por el ruido desconocido ese, lo tomé con la mano; Esta' colgada hacía un lado de la cama lo sostuvo hasta que mi inconsciente logró atraparme. El despertador cayó y calló para siempre...
Mas tarde' , una descarga eléctrica puso en marcha mi cuerpo. La mandíbula soltaba agror, intenté moverme y sentí la cobija electrizada. "Otra descarga" El olor a cigarro de clavo de Catalina terminó de despabilarme. Y su voz serena.
.-Amor' buenos días...
¿Amor?... ya te he dicho que no me llames así. Apaga ese cigarro. No me molestes' es temprano...
Helena corrió la ventana y la lluvia comenzó a gotear el piso. Catalina le lanzó el encendedor que yo le había regalado y esta otra encendió un marlboro.
.-Poeta, llévanos a desayunar y después a la playa todo el día... dijo Helena...
No.
.- Por favor ( ambas a coro )
Está lloviendo... además no pueden andar en la calle...
Catalina puso una tetera sobre el taburete... Helena colocó una taza vacía... y me llegó un olor a café con canela y a aire helado y limpio de lluvia matinal...
respiré muy hondo... y dije en voz alta:
"Pinches viejas" no las meresco' me cae... ¿ Que quieren desayunar ?...
.- Llévanos a Ensenada' a ese lugar de los manteles bonitos...
Ok, pero apaguen esos pinches cigarros, me van a apestar mis cobijas. "huelen a "bonito"
Y no iremos a la playa, quiero ir a montar caballo' tenemos un caballo nuevo. Se llama Venganza...
Si por algo compré el despertador...
.-Ese que esta roto en el suelo.
"De atrás"
No hay comentarios:
Publicar un comentario