Cuando le ví por primera vez' una de sus rodillas tentaba el suelo, una palma de sus manos' sentía a la tierra respirar y sus dedos' sepultados estaban... La cabeza cansada "descansando"... Los ojos se incediaban con seguridad' pero se encontraban cerrados buscando en su pecho a el alma.
Me pareció un animal agitado que venía de librar duras batallas, se encontraba lastimado' entendiéndose "casi ultimado"...
Tan solo como a el sol le ví' o mas; aun así, me daba miedo acercarme y tocarle el dorso desnudo y fustigado' o hasta acariciarle la nuca' siquiera para tranquilizarle.
De sus respiraciones hondas una fuerza emanaba a travez de la piel rota, como si el aire que entrara en sus pulmones fueran troncos vivos de madera que alimentaban a el fuego que le daba fulgor a su vida. A esa vida miserable de humano que tanto desprecio...
Encontré en su alma un ardid inigüal' un soma de guerrero antigüo... En su mano libre empuñaba un tesoro que nunca nadie le arrebataría' llevado al pecho estaba, como si el alma propia con sus garras abrazara. Oh' tesoro divino' tesoro mio' piel de mi carne...
Algo susurraba en tono lastímero ó era la impresión que me daba....
Un corazón palpitaba y fuertes rios de sangre mis ojos zahóricos miraron...
A esa bestia' a ese animal' A ese hombre, no me le acercaría "en su momento"...
Mas delicado que el tiempo' me escurría muy cerca a el, y convertirme de boreal a viento quise pero quedé petrificado cuando sus ojos se levantaron para verme inerte' pues más rápido que el fuí' pero sin duda, jamás habría escapado y me dió advertencia de no moverme...
Ni a viento me convertí, ni plumas de angel fuí para acariciarle' desde una simple aurora me mantuve y dejé que sus ojos se levantaran para verme pero tal magnetismo contenía esa alma que su propia hermosura' saín o envergadura yo admiraba...
No hay comentarios:
Publicar un comentario